Cada individuo es sujeto activo y pasivo de todo cuanto sucede en su entorno, llamémosle, en su ecosistema. De ahí que todos debemos contribuir en menor o mayor medida a evitar el colapso de nuestra única casa global. Quizá quiene tienen mayor peso y alcance en evitar ese colapso sean los gobernantes, quienes a través de políticas públicas ambientales apropiadas y efectivas se logre frenar el alocado consumo de los recutsos naturales que muchos olvidan que son finitos. Aquella frase: compre, compre - consuma, consuma-bote, bote, que miles de veces escuchamos y vemos or los medios de comunicación debemos ponerle un alerta roja porque a muy corto plazo nos habremos devorado todo de forma irracional e irresponsable.
Sabemos que la educación es el medio por excelencia más efectivo para la formación de un individuo consciente, sensibilizado, racional, solidario, ajustado a la convivencia social, comprometido, responsable ante la cuestión ambiental. Pero es la gerencia educativa, con fines, propósitos y obetívos bien claros, mediante una educación ambiental bien instrumentada, la herramienta más adecuada para semejante tarea como es la de hacer de cada individuo una persona con valores como los antes nombrados que eviten desde su entorno local ese colapso que nadie desea y que sería el final de especie humana. En síntesis, es la educación bien gerenciada la tabla de salvación de la humanidad en materia ambiental.
Integrantes, Lics. María Yasmira Balza, Maryolis Infantes, Johan Mendoza y Yasmín Manzanilla, 1er. Semestre Maestría en Administrción de la Educación Básica, Unermb
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